Recolección Menstrual I

Fluido menstrual (un periodo), botella de vidrio y corcho.

17cm

 

 Cuatro impresiones corporales de cuello a cuello pasando por el sexo

Fluido menstrual sobre tela

 

“…cuando eras niña creías que la menstruación era regulable, ¿te acuerdas? Que saldría junto con la pipí sólo cuando tú quisieras, bueno, cuando te dieran ganas, veías tal sangre como algo que te marcaría como una reina, como una diosa de poder ilimitado. Soportar  tu cuerpo desangrándose representaba una gran fortaleza, no un dolor, sino un poder que te llegaría por cuestiones naturales, siempre fuiste deseosa de su llegada, la soñabas, la alucinabas y varias veces creíste que había llegado el momento…

 

…Tu primera decepción corporal fue a los once años, “La esencia del hombre se basó en la sexualidad, que es el origen y el principio, planteándole un problema cuyo única salida es el enloquecimiento” [1]. Tu menstruación fue tan dolorosa y duradera que tu cuerpo lejos emanar energía fue sacrificado y santificado más divino aún que cualquier otra cosa, tu sangre significó agonía, inmovilidad, debilidad, un fluido que te desgastaba hasta chuparte el color de la piel, táctica corporal que te llevó a sumergirte en los más profundos orificios de tu consciencia/cuerpo, desde ahí no pudiste separarlos.”

 

melissa

mayo 2006



[1] Georges Bataille, “Las lagrimas del Eros”.